¿Estás triste, decaído, desganado, apático?
¿Padeces de ansiedad constantemente y pierdes el control?
Tengo el mejor truco de magia de la historia para paliar todos estos síntomas. Y no es un truco de magia sin más, si no que tiene su explicación científica y vamos a explicarlo aquí todo.
¿Y cuál es el truco para dejar de estar triste?
Pues sólo tiene que sonreír.
Y dirás… «¿Sonreír?, es que cuando estoy triste no me apetece ni siquiera sonreír.»
¡No te preocupes! También vale si sonríes de mentira, fingiendo la mueca de una sonrisa. Si lo crees necesario, incluso podrás apoyar tu sonrisa forzada con un lápiz en horizontal sujetado por tus dientes.
¿Y cómo es posible que sonreír de mentira pueda hacerme feliz?
Pues la explicación científica es muy sencilla, y es que, mientras sonríes, aunque sea de mentira, los músculos faciales mandan un mensaje directo al cerebro donde le explica a este que tenemos un gesto sonriente. El cerebro reconoce la sonrisa y se relaja, relaciona la sonrisa con que estamos a gusto y fuera de peligro. Al relajarse se crea una reacción química donde nuestro cerebro empieza a segregar hormonas de la felicidad como la oxitocina, dopamina, endorfinas y serotonina, y esto, de forma química, provocará en ti calma y bienestar.
Deberás mantener la sonrisa durante al menos 3 minutos para que el proceso se complete. Es también ideal ir sonriendo en el coche de camino al trabajo, esto hará que llegues de mejor humor y empieces tu jornada con una actitud más positiva.
Incluso en los casos más complicados, ataques de ansiedad o pánico, además de sonreír podemos tararear una canción, una sencilla, simple… por ejemplo «Cumpleaños Feliz», la repetiremos una y otra vez, esta ayudará a mantener los pensamientos rumiantes bajo control hasta que empiece a hacer efecto en el cerebro nuestra sonrisa forzada.
A partir de ahora, no dejes de sonreír, porque una sonrisa puede cambiarlo todo.
¿Y tú, estás dispuesto a sonreír?