¿TIENES MIEDO?

¿Y qué es el miedo exactamente? Vamos a reflexionar ahora sobre ello.

El miedo no es más que un pensamiento que nuestra mente trae a nuestra cabeza. El miedo en sí, no existe, porque cuéntame…

¿cómo se le puede tener miedo a un pensamiento?

En principio podrías pensar que sólo tienes que no prestarle atención y así debería desaparecer, ¿o no?

No es fácil, en absoluto, pero sí posible.

El miedo es un «runrun» que provoca nuestra parte de la mente a la que llamamos EGO, esta parte de la mente es repetitiva, intrusiva, muy insistente y sobre todo, muy ágil. Como te despistes un poco… ¡te atrapa!

Veámos si algunos de los mensajes que suele transmitirte el EGO a tu propia cabecita. (¡Sí! porque es igual para todos, no te creas que hay egos diferentes):

«No voy a poder hacerlo.»

«A esa persona le caigo mal.»

«Seguro que es una mala noticia.»

«Mira que eres tonto.»

«Con esa cara y ese cuerpo… ¿a quién pretendes gustar?.»

«No me quiere, porque si me quisiera, no haría lo que no me gusta para tenerme feliz.»

Y así… mil y una frases con las que te reconocerías al instante.

¡Pero tengo una buena noticia!, el EGO no es nada original. Por lo tanto, podremos localizar este tipo de pensamientos rápidamente cuando pasen por nuestra mente y no dejar que nos enganchen.

El ego habita por igual en la psique del ser humano y es el único responsable del miedo.

«Mientras la mente egotista dirija tu vida, no podrás sentirte verdaderamente tranquilo.» Eckhart Tolle

¿Cómo podemos dejar de tener miedos que esta mente que nos aturulla?

Suele ser realmente catastrófica anunciando desgracias o separaciones con el resto de las personas, es decir, o eres más o menos que los demás. ¡Eso es una mentira muy grande!, no somos ni más ni menos, solo igual al resto.

Te propongo los siguientes hábitos para controlar al ego:

  • Lo primero sería coger la rutina de meditar cada día. Es una manera muy efectiva para conseguir bajar el volumen y las revoluciones de este «ego aturullante» que no nos deja en paz.
  • Cuando empiece en modo «disco rayado», dite con firmeza «¡gracias por la información pero ahora no la necesito!». Seguro que te parece algo tonto o muy raro. Pero hazlo, y verás cómo funciona y qué rápido se calla.
  • Cuando el miedo aparezca en tu vida diaria, por ejemplo una situación desacuerdo en el trabajo, o algún malestar físico, un malentendido… pon la conciencia en que «esto también pasará, nada es estático». Porque, también pasará. igal que pasaron otras situaciones. Que sean tus palabras mágicas hasta que lo consigas apaciguar.
  • Si algo te da miedo y requiere que actúes pero te sientes paralizado, sencillo, pasa a la acción cuanto antes. El miedo se evapora, porque recuerda que era mental, por lo tanto, ¡no existía!. Al no darle verdad, desaparece. ¡Puf!
  • Y por último ACEPTA. Si la situación es la que tienes y no puedes cambiarla por el momento, acepta, fluye con la vida. No luches, no estés a la defensiva; la lucha es lo que provoca miedo y la pérdida de energía innecesaria.

Cuesta «desengancharse» del EGO porque durante años le hemos prestado mucha atención e importancia , pero te aseguro, que el hábito de la mente en Paz, también se logra, con entrenamiento, calma y buenos hábitos. Empezarás a ver la vida de otro color.

«La repetición refuerza los circuitos de tu cerebro y crea más conexiones neuronales para que en tus peores momentos del día no renuncies a tu grandeza.» Joe Dispenza

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