Existen muchos factores externos que nos condicionan y que además nos traen continuas energías negativas.
¿Y qué pasa cuando nos rodeamos de energías negativas? Las energías negativas pueden bloquearnos, condicionarnos e impedirnos disfrutar de lo bueno de cada momento. Por ello, debemos aprender a gestionarlas de la mejor manera posible y llevar siempre las riendas de nuestra vida.
1. Estar continuamente enfadado.
Estar constantemente enfadado y encontrar solo la negativo en todo lo que ves, haces, vives… es una señal de que algo no está bien en ti y que llevas, aún sin darte cuenta, un malestar interno no resuelto, puede ser actual o no.
Si tu situación continua de enfado no te deja vivir tranquilamente y solo te causa malestar y problemas, es momento de que hagas una pausa, medites, ten encuentres contigo mismo y busques la forma de resolver el conflicto contigo mismo. Recuerda ser todo lo amable y paciente contigo mismo en el proceso, quiérete porque lo más importante eres tú. Y si lo necesitas, ve a terapia.
2. Te estás quejando constantemente.
A veces ocurre que es casi inevitable quejarse para desahogarse. Pero cuando esto se convierte en una rutina constante en tu vida, es posible que tengas energías negativas acumuladas.
Ten en cuenta que deberías poner en práctica las medidas que necesites para sentirte mejor. ¿Quizás romper con la rutina? Podrías probar por practicar algún deporte o afición de tu agrado. ¿Crees que necesitas salir más? Intenta caminar cada día media hora. ¿O quieres relacionarte con otras personas pero no sabes cómo? Podrías empezar algún, clases de baile y haz amistades nuevas.
Sólo tú tienes el poder para diseñar tu realidad.
3. Tienes continua tensión y dolor de cabeza.
Quizás el dolor de cabeza sea de los síntomas más evidentes de una sobrecarga de malestar emocional.
En ese caso, intenta buscar un método de alivio: medita, baila, haz deporte, sal a caminar, juega con tu mascota, pero evita a toda costa los pensamientos rumiantes y el cuerpo lleno de una gran tensión.
Prueba la práctica de actividades agradables, rodéate de personas bonitas, positivas y recurre a técnicas de relajación y respiraciones profundas cada vez que sea necesario son los mejores remedios en estos casos.
4. Te sientes siempre muy cansado.
Si no es porque hayas pasado una mala noche… la sensación extrema de cansancio también es una clara señal de que estás cargado de energías negativas.
5. Tienes más roces y peleas.
Si tienes dificultades para solucionar inconvenientes y contratiempos mediante el diálogo, mantienes una actitud siempre a la defensiva para todo y peleas por cualquier mínimo motivo son señales de que tienes altas cargas de energías negativas acumuladas.
Cuando tienes momentos en tu vida en los que estás saturado no solo estás mal contigo mismo, también estás mal con los demás. Estas más predispuesto a las malas interpretaciones, los roces, la inseguridad… Necesitas buscar la forma de aliviar y calmar la mente y así poder volver a estar bien con los demás.
Es el momento de que te tomes tiempo para reencontrarte contigo mismo, recupera tu equilibrio interior y habla, desahógate con quien necesites para despejar esas malas energías.
Si te sientes identificado-a con algunos de estos síntomas referidos a las malas energías, ¡es hora de cambiarlo!
Las energías negativas pueden perjudicar tu bienestar, tu equilibrio, tu entorno… es importante que aprendas a reconocer sus señales y hacer lo que esté en tu mano para evitar que persistan en el tiempo y te sigan causando desequilibrios emocionales.
Si necesitas ayuda para gestionar tu desequilibrio y malestar, deberías considerar acudir a un terapeuta, piensa que no estará allí para juzgarte ni reprocharte nada, todo lo contrario, podrá ayudarte a gestionar mejor tus pensamientos y emociones para que puedas estar bien contigo mismo y conseguir el equilibrio que necesitas.